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martes, 24 de febrero de 2015

BLANCO COMO LA NIEVE , ROJO COMO LA SANGRE

Crítica realizada por Irewen
Leo vive en pleno torbellino de la adolescencia. Un universo en clave en el que irrumpe un nuevo profesor, un verdadero soñador, que pone a prueba a sus alumnos y les obliga a plantearse preguntas acerca de la vida y de sus propios sueños. Preguntas que a Leo le cuesta responder, pero que le acercan poco a poco al incomprensible y lejano mundo de los adultos.
Además, Leo tiene un enemigo al que teme: el color blanco. Porque para Leo todas las emociones tiene un color, y el blanco es la ausencia, la soledad y la pérdida. El azul es el color de la amistad, y es el color de los ojos de Silvia, su mejor amiga, leal y serena, y su apoyo constante. El rojo, en cambio, es el color del amor, de la pasión, de la sangre; rojo es el color de los cabellos de Beatrice. Porque Leo ahora ya tiene un sueño, y se llama Beatrice, aunque ella todavía no lo sabe.

Cuando Leo descubre que Beatrice está enferma y que su enfermedad está relacionada con ese blanco que tanto le asusta, deberá buscar dentro de sí mismo, sangrar y renacer para entender que los sueños no tienen fin y que siempre hay que encontrar el coraje para creer en algo más grande.

Siempre me he preguntado por qué el amor y la sangre son del mismo color. Ahora ya lo sé.

martes, 20 de enero de 2015

Santiago el Mayor.jpg




Santiago de Zebedeo o Jacobo de Zebedeo (en griego: Ἰάκωβος; del arameo: יעקב, Ya'akov), conocido en la tradición cristiana como Santiago el Mayor para distinguirlo del otro discípulo con el mismo nombre, fue uno de los apóstoles de Jesús de Nazaret. Nació probablemente en Betsaida (Galilea) de Zebedeo y Salomé. Tuvo un hermano llamado Juan, también apóstol. Murió a manos de Herodes Agripa I en Jerusalén entre los años 41 y 44 de nuestra era. Es el patrón de España.

Datos de la Biblia

Era hijo de Zebedeo (cf. Mateo 4:21), y tenía un hermano llamado Juan, que sería también discípulo de Jesús (cf. ibid). Probablemente también su madre seguía a Jesús (cf. Mateo 20:20). Su maestro Jesús les puso el sobrenombre de «Boanerges» (Marcos 3:17), que, según el mismo evangelista afirma, quería decir «hijos del trueno»); el episodio narrado por Lucas en que Santiago y su hermano Juan desean invocar a Dios para que consuma a fuego una ciudad de samaritanos (Lucas 9:54) hace honor a este nombre. Fue uno de los primeros que recibieron la llamada de Jesucristo, cuando estaba pescando en el lago de Genesaret junto a su hermano (Marcos 1:19). Más tarde será llamado a formar parte del más restringido grupo de los Doce (cf. Mateo 10:3). Junto con su hermano Juan y con Simón Pedro, tiene un trato privilegiado con Jesús: es testigo presencial de la resurrección de la hija de Jairo (Marcos 5:21-43), de la transfiguración de Jesús (Lucas 9) y de la oración en el Huerto de los Olivos (Marcos 14:33). También formó parte del grupo restringido de discípulos que fueron testigos del último signo realizado por Jesús ya resucitado: su aparición a orillas del lago de Tiberíades y la pesca milagrosa (Juan 21:1-8). Los Hechos de los Apóstoles registra su presencia en el Cenáculo en espera orante de la venida del Espíritu Santo (Hechos 1:13). Santiago es condenado a muerte y decapitado por orden del Rey de Judea Herodes Agripa I (Hechos 12:2). Por este dato podemos poner la fecha de muerte de Santiago entre los años 41 y 44, pues fueron los años en que Agripa I fue rey de Judea.




















El Pórtico de la Gloria

El Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela es un pórtico de estilo románico realizado por el maestro Mateo y sus colaboradores (su obradoiro o taller) por encargo del rey de León Fernando II, quien donó a tal efecto cien maravedíes anuales entre 1168 y 1188, fecha esta última que consta inscrita en la piedra como indicativa de su finalización.
Antes de comenzar los trabajos del Pórtico, su taller terminó las naves de la Catedral teniendo para ello que construir una novedosa cripta para salvar el desnivel entre las naves y el terreno de alrededor.
El 1 de abril de 1188 se colocaron los dinteles del Pórtico y la conclusión del conjunto se demoró hasta el año 1211, en el que se consagró el templo con la presencia del rey Afonso IX.
El Pórtico actual no es exactamente el resultado de la obra del maestro Mateo, ya que algunas de sus figuras originales fueron retiradas al construirse la actual fachada de la Catedral («la fachada del Obradoiro»), quedando conservadas en el Museo Catedralicio. Por lo demás, el Pórtico originalmente estaba policromado, pero hoy solo quedan restos de la pintura en algunos puntos.

lunes, 19 de enero de 2015

Pórtico de la gloria

El Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela es un pórtico de estilo románico realizado por el maestro Mateo y sus colaboradores (su obradoiro o taller) por encargo del rey de León Fernando II, quien donó a tal efecto cien maravedíes anuales entre 1168 y 1188, fecha esta última que consta inscrita en la piedra como indicativa de su finalización.
Antes de comenzar los trabajos del Pórtico, su taller terminó las naves de la Catedral teniendo para ello que construir una novedosa cripta para salvar el desnivel entre las naves y el terreno de alrededor.
El 1 de abril de 1188 se colocaron los dinteles del Pórtico y la conclusión del conjunto se demoró hasta el año 1211, en el que se consagró el templo con la presencia del rey Afonso IX.
El Pórtico actual no es exactamente el resultado de la obra del maestro Mateo, ya que algunas de sus figuras originales fueron retiradas al construirse la actual fachada de la Catedral («la fachada del Obradoiro»), quedando conservadas en el Museo Catedralicio. Por lo demás, el Pórtico originalmente estaba policromado, pero hoy solo quedan restos de la pintura en algunos puntos.

martes, 18 de noviembre de 2014

SAN PABLO DE TARSO

El cristianismo (del griego Χριστός, Christós, Cristo; literalmente, ‘Ungido’) es una religión abrahámica monoteísta basada en la vida y enseñanzas atribuidas a Jesús de Nazaret, presentadas en el canon bíblico (que recoge tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento). Los cristianos creen que Jesús es el hijo de Dios, así como el Mesías (o Cristo) profetizado en el Antiguo Testamento, que murió para la redención de los pecados del género humano, y que resucitó tres días después de su muerte.
Algunos de los escritos sagrados cristianos son compartidos con el judaísmo. El Tanaj constituye, junto con la Biblia Septuaginta (más antigua que el Tanaj en su forma actual), la base y la fuente para el Antiguo Testamento de las diferentes Biblias cristianas. Por este motivo, el cristianismo es considerado una religión abrahámica, junto con el judaísmo y con el islam.
Historiográficamente, sus inicios se ubican en la primera mitad del siglo I de la Era Cristiana, en tiempos de Jesús de Nazaret. No obstante, la fe cristiana considera ese tiempo como la llegada del Mesías anunciado en profecías judías del Antiguo Testamento.
Algunos estudiosos del siglo XX no toman como fecha incontrovertible el año 33 d. C. para la muerte de Jesucristo. Hay quienes, al indagar en las fechas, sugieren que pudo haber un desfase de 4 a 8 años entre el inicio del cómputo de la Era cristiana y la fecha precisa del nacimiento de Jesús de Nazaret, conocido como Cristo.3 En adición a esto, no hay clara certeza ni consenso entre estos autores de que éste haya muerto a la edad de 33 años, tal como algunos textos bíblicos parecen mostrar. Compárese al respecto Jn 2:20, Jn 8:57 y Lc 3:23.4 En sus primeras décadas, el cristianismo era considerado por algunos como una doctrina sectaria de las tradiciones judías ortodoxas.5 Desde que el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio romano en el siglo IV, ha influido de manera significativa en la cultura occidental y en muchas otras.
La palabra cristianismo proviene del griego χριστιανός, christianós, ‘cristiano’, la cual a su vez procede del nombre propio Χριστός, Christós, ‘Cristo’, traducción del hebreo Mesías, que significa ‘Ungido’. El origen del término se indica en el libro de Hechos de los Apóstoles:
Y partió Bernabé a Tarso a buscar a Saulo; y hallado, lo trajo a Antioquía. Y conversaron todo un año allí con la Iglesia, y enseñaron a mucha gente; de tal manera que los discípulos fueron llamados cristianos primeramente en Antioquía.

Origen y difusión

El cristianismo tiene su origen histórico en el judaísmo de comienzos de la era actual. Si bien Jesús de Nazaret se autoidentificó siempre como un judío devoto, en su doctrina y sus enseñanzas, Él mismo se identificó como el camino al Padre Celestial:6
Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Juan 14:6
En los evangelios hay amplia evidencia de que Jesucristo aseguró ser el único camino a Dios, lo cual sería enseñado así mismo por sus primeros seguidores, incluyendo a los apóstoles Simón Pedro y Pablo de Tarso.7 8
No se conoce con precisión el número de seguidores que pudo alcanzar el cristianismo en vida de Jesús de Nazaret, ni cuántos seguían dentro de la comunidad cristiana por él fundada tras su muerte, ajusticiado por las autoridades seculares. Pocos años después de su muerte, Pablo de Tarso, un judío que —en el decir de los Hechos de los Apóstoles— poseía la ciudadanía romana, tuvo un papel destacado predicando y poniendo en contacto a diversos grupos cristianos del Oriente Próximo.9 El carácter misionero de Pablo de Tarso y otras figuras del cristianismo primitivo influyó de forma decisiva en toda la historia posterior del cristianismo.10
Al final del siglo I, ya se habían constituido las cuatro corrientes básicas del cristianismo primitivo que terminaron por integrar el canon bíblico, y que podrían esquematizarse escriturísticamente en: (1) el cristianismo paulino, integrado por el corpus de cartas escritas por Pablo de Tarso y su escuela;11 (2) el judeo-cristianismo, representado por los escritos derivados de las posturas de Santiago el Justo y de Simón Pedro; (3) el complejo cristianismo sinóptico (que abarca desde el judeo-cristianismo del Evangelio de Mateo hasta el pagano-cristianismo del Evangelio de Lucas y de los Hechos de los Apóstoles), y (4) el cristianismo joánico.12
El Greco1.jpg
JohnEvangelistReni.jpg
Matthias Stom - The Evangelists St Mark and St Luke - WGA21808.jpg
Algunas personalidades del cristianismo primitivo: a la izquierda, Simón Pedro y Pablo de Tarso, figuras excluyentes de los llamados judeo-cristianismo y cristianismo paulino (representados artísticamente por El Greco); en el centro, Juan el Evangelista, quien encarnó el llamado cristianismo joánico (representado artísticamente por Guido Reni); a la derecha, Marcos el Evangelista y Lucas el Evangelista,a quienes se atribuye tradicionalmente la integración escriturística del complejo cristianismo sinóptico (representados artísticamente por Mathias Stomer).
La tarea de estos primeros cristianos llevó a la formación de comunidades cristianas en numerosos lugares del Imperio Romano, especialmente en su parte oriental. El sociólogo Rodney Stark, quien estudió diversas fuentes históricas para su libro El auge del cristianismo, concluyó que hacia el año 300 d. C., el cristianismo estaba difundido tanto entre las clases populares como en un número de personas ricas e influyentes de la sociedad romana, y se aventuró a situar la cifra de cristianos entre el 10 y el 25 % de la población del Imperio.13 Con el edicto de tolerancia del emperador Constantino I el Grande, el cristianismo se convirtió en religión legal y progresivamente en la religión favorecida por el estado. En las ciudades el número de cristianos siempre había sido mayor, y hacia el siglo V la población no cristiana del imperio se concentraba masivamente en zonas rurales (pagi), por lo que la religión olímpica acabó llamándose paganismo por ser importante sólo esas zonas.13
Una vez convertida en religión mayoritaria del Imperio, el cristianismo se expandió a toda Europa. Los pueblos germánicos se fueron cristianizando progresivamente entre los siglos IV y IX. Cirilo y Metodio predicaron a los eslavos en el siglo X. El cristianismo había llegado a las islas británicas en el siglo V, cuando Patricio de Irlanda estaba activo en la región. A partir del siglo VII las potencias cristianas de Europa rivalizaron con las potencias islámicas. En el sur y centro de Europa, con la excepción de las zonas bajo administración musulmana, el cristianismo fue la principal religión desde antes del siglo IX hasta la actualidad. La expansión al norte de Europa y Europa oriental fue más tardía, pero también en esas regiones desde hace siglos el cristianismo ha sido históricamente la religión mayoritaria. Con la expansión europea en América hubo un esfuerzo deliberado por imponer ya sea pacíficamente, ya sea mediante coacciones, el cristianismo a las poblaciones de origen americano. Desde el siglo XVI los portugueses hicieron esfuerzos también por llevar el cristianismo a ciertas áreas de África y Asia, que estaban bajo su dominio. El auge del colonialismo europeo en África, Asia y Oceanía aumentó el número de cristianos en todo el mundo.
Spread of Christianity to AD 600 (1).png
Christian Majority Countries.PNG
A la izquierda, mapa que muestra la expansión del cristianismo en Europa, sudeste de Asia y norte de África hacia los años 325 (azul) y 600 (celeste) de la era común. A la derecha, mapa que señala en violeta los países en los que la mayoría de la población profesa el cristianismo en la actualidad.14
Según un estudio de 2005, habría en el mundo más de 2100 millones de cristianos,15 o cerca de un tercio de la población mundial, siendo la religión con más seguidores del mundo. Otro estudio, publicado en 2011, habla de 2180 millones de cristianos en el mundo.16

lunes, 17 de marzo de 2014

Alcalá de Henares

La zona del valle del Henares y los cerros de su margen izquierda fueron objeto de ocupación humana desde la prehistoria. Hay vestigios del Calcolítico (pre-campaniforme, III-II milenio a. C.) y las edades del Bronce y del Hierro. El yacimiento encontrado en la cumbre del cerro del Ecce Homo tiene particular importancia para la prehistoria peninsular por testimoniar la evolución entre las poblaciones de la fase del Bronce final denominada "Cogotas" y las de las fases iniciales del Hierro (siglos XII al IX a. C.) Hacia el siglo II a. C. la zona se encontraba dentro de una amplia región definida por la presencia de los carpetanos, un pueblo del grupo celtibérico.
Las primeras referencias históricas corresponden a la Hispania romana, que incluía entre sus enclaves urbanos el oppidum o castro prerromano existente en el cerro del Viso (Iplacea -nombre emparentado con el ciclo troyano, con el que Ptolomeo y Plinio pretendían ennoblecer a los indígenas conquistados- o Ikesankom Kombouto -inscripción en alfabeto ibérico en una moneda de un tesorillo hallado en la cuesta de Zulema), conquistado en el periodo que va desde la toma de Toletum (Toledo, 192 a. C.) a la de Numancia (133 a. C.) Tras más de un siglo de romanización (se han detectado incluso huellas arqueológicas de la traza urbana, termas, templo y teatro, visibles en fotografía aérea), a principios del siglo I d. C. la población se trasladó al valle, al otro lado del río, en la confluencia del Henares con el Camarmilla (al suroeste de la actual Alcalá). La ciudad romana allí construida, denominada Complutum (palabra de etimología discutida), llegó a contar con 10.000 habitantes[cita requerida] y la categoría de municipium. Fuera de su recinto existieron estructuras como la villa de El Val, una villa dedicada a la cría de caballos (donde se halló el mosaico del Auriga), y la casa de Hippolytus, que alojaba una institución para la educación de jóvenes.
De su temprana cristianización es testimonio que en el año 304 fueron martirizados en las afueras de Complutum los llamados "Santos Niños" (Justo y Pastor). La capilla martirial o martyrium fundada en el Campus Laudabilis ("Campo Laudable") de su lugar de martirio (lo que actualmente es el espacio ocupado por la la Catedral-Magistral) fue impulsado por San Asturio (el primer obispo, proveniente de Toledo -año 412-) hasta convertirse en un importante centro de peregrinación, una prestigiosa ubicación para enterramientos y el nuevo núcleo de desarrollo urbano, que posiblemente incluiría una basílica paleocristiana y una zona de edificaciones dispersas en su torno.
Los siglos de dominio visigodo, iniciados ya con la ciudad romana en decadencia, dejaron muy pocos vestigios.