El
cristianismo (del
griego Χριστός,
Christós, Cristo; literalmente, ‘
Ungido’) es una
religión abrahámica monoteísta basada en la vida y enseñanzas atribuidas a
Jesús de Nazaret, presentadas en el
canon bíblico (que recoge tanto el
Antiguo como el
Nuevo Testamento). Los cristianos creen que
Jesús es el hijo de
Dios, así como el
Mesías (o
Cristo)
profetizado en el Antiguo Testamento, que murió para la
redención de los
pecados del género humano, y que
resucitó tres días después de su muerte.
Algunos de los escritos sagrados cristianos son compartidos con el judaísmo. El
Tanaj constituye, junto con la
Biblia Septuaginta (más antigua que el Tanaj en su forma actual), la base y la fuente para el Antiguo Testamento de las diferentes
Biblias cristianas. Por este motivo, el cristianismo es considerado una
religión abrahámica, junto con el
judaísmo y con el
islam.
Historiográficamente, sus inicios se ubican en la primera mitad del
siglo I de la
Era Cristiana, en tiempos de Jesús de Nazaret. No obstante, la
fe cristiana considera ese tiempo como la llegada del
Mesías anunciado en profecías
judías del Antiguo Testamento.
Algunos estudiosos del siglo XX no toman como fecha incontrovertible el año
33 d. C. para la muerte de
Jesucristo. Hay quienes, al indagar en las fechas, sugieren que pudo haber un desfase de 4 a 8 años entre el inicio del cómputo de la
Era cristiana y la fecha precisa del nacimiento de Jesús de Nazaret, conocido como
Cristo.
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En adición a esto, no hay clara certeza ni consenso entre estos autores
de que éste haya muerto a la edad de 33 años, tal como algunos textos
bíblicos parecen mostrar. Compárese al respecto
Jn 2:20,
Jn 8:57 y
Lc 3:23.
4 En sus primeras décadas, el cristianismo era considerado por algunos como una doctrina
sectaria de las tradiciones
judías ortodoxas.
5 Desde que el cristianismo se convirtió en la religión oficial del
Imperio romano en el
siglo IV, ha influido de manera significativa en la
cultura occidental y en muchas otras.
La palabra cristianismo proviene del
griego χριστιανός,
christianós, ‘cristiano’, la cual a su vez procede del nombre propio Χριστός,
Christós, ‘Cristo’, traducción del
hebreo Mesías, que significa ‘Ungido’. El origen del término se indica en el libro de
Hechos de los Apóstoles:
Y partió Bernabé a Tarso a buscar a Saulo; y hallado, lo trajo a Antioquía. Y conversaron todo un año allí con la Iglesia, y enseñaron a mucha gente; de tal manera que los discípulos fueron llamados cristianos primeramente en Antioquía.
Origen y difusión
El cristianismo tiene su origen histórico en el
judaísmo de comienzos de la
era actual. Si bien
Jesús de Nazaret se autoidentificó siempre como un judío devoto, en su
doctrina y sus
enseñanzas, Él mismo se identificó como el camino al
Padre Celestial:
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Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
En los
evangelios
hay amplia evidencia de que Jesucristo aseguró ser el único camino a
Dios, lo cual sería enseñado así mismo por sus primeros seguidores,
incluyendo a los apóstoles
Simón Pedro y
Pablo de Tarso.
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No se conoce con precisión el número de seguidores que pudo alcanzar
el cristianismo en vida de Jesús de Nazaret, ni cuántos seguían dentro
de la comunidad cristiana por él fundada tras su muerte, ajusticiado por
las autoridades seculares. Pocos años después de su muerte,
Pablo de Tarso, un judío que —en el decir de los
Hechos de los Apóstoles— poseía la
ciudadanía romana, tuvo un papel destacado predicando y poniendo en contacto a diversos grupos cristianos del
Oriente Próximo.
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El carácter misionero de Pablo de Tarso y otras figuras del
cristianismo primitivo influyó de forma decisiva en toda la historia
posterior del cristianismo.
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Al final del siglo I, ya se habían constituido las cuatro corrientes
básicas del cristianismo primitivo que terminaron por integrar el
canon bíblico, y que podrían esquematizarse escriturísticamente en: (1) el
cristianismo paulino, integrado por el
corpus de
cartas escritas por Pablo de Tarso y su escuela;
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judeo-cristianismo, representado por los escritos derivados de las posturas de
Santiago el Justo y de
Simón Pedro; (3) el complejo
cristianismo sinóptico (que abarca desde el judeo-cristianismo del
Evangelio de Mateo hasta el pagano-cristianismo del
Evangelio de Lucas y de los
Hechos de los Apóstoles), y (4) el
cristianismo joánico.
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La tarea de estos primeros cristianos llevó a la formación de
comunidades cristianas en numerosos lugares del Imperio Romano,
especialmente en su parte oriental. El sociólogo
Rodney Stark, quien estudió diversas fuentes históricas para su libro
El auge del cristianismo,
concluyó que hacia el año 300 d. C., el cristianismo estaba difundido
tanto entre las clases populares como en un número de personas ricas e
influyentes de la sociedad romana, y se aventuró a situar la cifra de
cristianos entre el 10 y el 25 % de la población del Imperio.
13 Con el edicto de tolerancia del emperador
Constantino I el Grande,
el cristianismo se convirtió en religión legal y progresivamente en la
religión favorecida por el estado. En las ciudades el número de
cristianos siempre había sido mayor, y hacia el siglo V la población no
cristiana del imperio se concentraba masivamente en zonas rurales (
pagi), por lo que la
religión olímpica acabó llamándose
paganismo por ser importante sólo esas zonas.
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Una vez convertida en religión mayoritaria del Imperio, el cristianismo se expandió a toda Europa. Los
pueblos germánicos se fueron cristianizando progresivamente entre los siglos IV y IX.
Cirilo y Metodio predicaron a los
eslavos en el siglo X. El cristianismo había llegado a las islas británicas en el siglo V, cuando
Patricio de Irlanda
estaba activo en la región. A partir del siglo VII las potencias
cristianas de Europa rivalizaron con las potencias islámicas. En el sur y
centro de Europa, con la excepción de las zonas bajo administración
musulmana, el cristianismo fue la principal religión desde antes del
siglo IX hasta la actualidad. La expansión al
norte de Europa y
Europa oriental
fue más tardía, pero también en esas regiones desde hace siglos el
cristianismo ha sido históricamente la religión mayoritaria. Con la
expansión europea en
América
hubo un esfuerzo deliberado por imponer ya sea pacíficamente, ya sea
mediante coacciones, el cristianismo a las poblaciones de origen
americano. Desde el siglo XVI los portugueses hicieron esfuerzos también
por llevar el cristianismo a ciertas áreas de África y Asia, que
estaban bajo su dominio. El auge del colonialismo europeo en África,
Asia y Oceanía aumentó el número de cristianos en todo el mundo.
A
la izquierda, mapa que muestra la expansión del cristianismo en Europa,
sudeste de Asia y norte de África hacia los años 325 (azul) y 600
(celeste) de la era común. A la derecha, mapa que señala en violeta los
países en los que la mayoría de la población profesa el cristianismo en
la actualidad.
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Según un estudio de 2005, habría en el mundo más de 2100 millones de cristianos,
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o cerca de un tercio de la población mundial, siendo la religión con
más seguidores del mundo. Otro estudio, publicado en 2011, habla de 2180
millones de cristianos en el mundo.
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