La zona del valle del
Henares y los
cerros de su margen izquierda fueron objeto de ocupación humana desde
la prehistoria. Hay vestigios del
Calcolítico (pre-
campaniforme, III-II milenio a. C.) y las edades
del Bronce y
del Hierro. El yacimiento encontrado en la cumbre del
cerro del Ecce Homo
tiene particular importancia para la prehistoria peninsular por
testimoniar la evolución entre las poblaciones de la fase del Bronce
final denominada
"Cogotas" y las de las fases iniciales del Hierro (siglos XII al IX a. C.) Hacia el siglo II a. C. la zona se encontraba dentro de una amplia región definida por la presencia de los
carpetanos, un pueblo del grupo
celtibérico.
Las primeras referencias históricas corresponden a la
Hispania romana, que incluía entre sus enclaves urbanos el
oppidum o
castro prerromano existente en el
cerro del Viso (
Iplacea -nombre emparentado con el ciclo troyano, con el que
Ptolomeo y
Plinio pretendían ennoblecer a los indígenas conquistados- o
Ikesankom Kombouto -inscripción en
alfabeto ibérico en una moneda de un tesorillo hallado en la cuesta de Zulema), conquistado en el periodo que va desde la toma de
Toletum (Toledo, 192 a. C.) a la de
Numancia (133 a. C.) Tras más de un siglo de
romanización (se han detectado incluso huellas arqueológicas de la traza urbana, termas, templo y teatro, visibles en fotografía aérea), a principios del siglo I d. C. la población se trasladó al valle, al otro lado del río, en la confluencia del Henares con el
Camarmilla (al suroeste de la actual Alcalá). La ciudad romana allí construida, denominada
Complutum (palabra de etimología discutida), llegó a contar con 10.000 habitantes
[cita requerida] y la categoría de
municipium. Fuera de su recinto existieron estructuras como la
villa de El Val, una
villa dedicada a la cría de caballos (donde se halló el
mosaico del Auriga), y la
casa de Hippolytus, que alojaba una institución para la educación de jóvenes.
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Termas del yacimiento de Complutum.
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Frescos de la llamada "Casa de los Grifos" (habitación E).
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Mosaico de las Cuatro Estaciones en la llamada "Casa de Baco".
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De su
temprana cristianización es testimonio que en el año 304 fueron martirizados en las afueras de
Complutum los llamados "Santos Niños" (
Justo y Pastor). La capilla martirial o
martyrium fundada en el
Campus Laudabilis ("
Campo Laudable") de su lugar de martirio (lo que actualmente es el espacio ocupado por la
la Catedral-Magistral) fue impulsado por
San Asturio
(el primer obispo, proveniente de Toledo -año 412-) hasta convertirse
en un importante centro de peregrinación, una prestigiosa ubicación para
enterramientos y el nuevo núcleo de desarrollo urbano, que posiblemente
incluiría una
basílica paleocristiana y una zona de edificaciones dispersas en su torno.
Los siglos de
dominio visigodo, iniciados ya con la ciudad romana en decadencia, dejaron muy pocos vestigios.